Esta dosis de cariño tan oportuna en un rio que casi se secó, este hablar con el silencio recitando versos de comprension, este ajuar de nuevos recuerdos sin juegos de venganza ni desamor, esta piel tan virgen como hermosa, esos labios bienformados esperando el impulso de la pasión. Estas manos piadosas y generosas, estas curvas camino de Marrakech, esos ojos esplendorosos iluminando cada escena del ritual del amor.