La redención tempestuosa

Creí haber nadado desnudo en su olejae, haber olido su perfume inmaterial, estar cobijado entre sus tentaculos del amor. Pero, ahora, en frio y a flor de labios y con cuchillos de saliba no hago más que dudar de mis dudas y al saber que ahora todo se hunde y ciertamente sólo tu puedes salvarme. […]
Los celos

Cuenta mi mujer a menudo que para la edad que tengo me conservo muy bien. No se como tomármelo si como un halago o un cumplido. Hago deporte, si, por necesidad moral más que física, por buscar una motivación y vaciar mi mente un par de horas, muchos días la mitad, sobre mis obligaciones como […]