No me olvido
6 junio 2022
Tú
10 abril 2022
El sótano
25 marzo 2022
Gracias totales
1 marzo 2022
Los besos olvidados
15 febrero 2022
"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -
"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -
Cada vez que por sorpresa veo «Los puentes de Madison» se pone me pone cara de tonto, ensimismado, con los ojos llorosos pero no de tristeza ni melancolía sino una serie de sentimientos que aunque contradictorios me hacen feliz. Y su música es el mejor remedio para conciliar con mucha
A tí, que estás solo dos balcones más allá pero te siento lejos y oigo todas las tardes tus aplausos, tengo ganas de verte. A tí, que nos sepera la distancia horizontal de una prohibición, tengo ganas de verte. A ti, que me regalas tantas sonrisas inocentes, tengo ganas de
[dropcap]S[/dropcap]iento una gran liberación, una ebullición de algo tan intangible como la paz y la calma. Parecido a cuando experimentas la solución de un problemón si bien ni ha habido tal problema ni arreglo a contabilizar, pero a esta hora de la noche, atacado por el desfase horario, tirado en
Un día como hoy es jodidamente efusivo, vaporizado e instantaneo. El día pasa como la vida misma o como el corazón de una mujer; del amor al odio en un tic tac de reloj. Pienso en lo que voy a hacer y sin darme cuenta ya sucedió. Estoy desconectado; a
Estoy enfermo. Soy un enfermo y me alivia asimilarlo. No he tenido que ir a la consulta del doctor porque yo mismo me he identificado un cuadro de tristeza aguda, que parece no tener remedio, por ahora. Hay cientos de personas que recuperan la chispa despues de un punto de
No tiene la culpa el primer día hábil de mi año laboral el término mal llamado «rutina» con significado negativo y calamitoso para nuestra vida, acaso sea, porque la rutina nos la creamos cada uno, como uno puede, como le dejan o le da la gana. Si uno vuelve al
Por una vez en la vida puedo hablar y lo voy a hacer durante unas cuantas lineas de algo de lo que realmente se. Y puedo hablar con legitimidad de la obra musical de Búnbury y así pues voy a dedicar mi tiempo a evidenciar que Enrique Ortiz de Landázuri
Esta racha de cariño inoportuno, esta cantidad infinita de besos que regalo cada noche, tantos que desgasto su tez, esta invitación a «sea usted feliz», esta timidez que se confunde con el miedo, este licor de tacto agresivo, estas caricias que presentan mis respetos, esta parodia del deseo carnal sin
No conseguirán engañarnos a todos aunque a veces parecemos tontos