Que dificil es combinar la conciencia, con el razocinio, con lo adecuado y con lo más miserable del alma de uno mismo. En que tumulto de pensamientos debe descansar mi admirado zapatero… si!, este de la plaza del oeste, que deja los zapatos niquelados. No sabe si decirle al cliente si solo con un remiendo queda aviado el bien, o que quizás con una buena mano de obra el zapato queda arreglado para unos cuantos kilometros más o no se, quizás le dan ganas de decir: vaya usted a la mierda que ayer le vi llevar otros zapatos a la competencia. Que mar de sentimientos. Igual que este feo que sale en los telediarios. Este que tiene nombre de zapato… por lo visto es presidente del …. no se. Bueno da igual, creo que es amiguete de un tal rajoya o mancebes. Y que tiene la esperanza en el ojo del culo. Bueno, la cuestión es que a un santo como es De Juana, quizás por dejar de comer, le van a dar la paga. Es más, le dejarán salir al recreo y volverá a comer su bollicao cada dia. Es que esto de ser zapatero tiene su miga o su tacón, según se asesine.
Canción para hoy: «Miedo», M-clan