Palabras que se llevó el viento,
sueños que no vieron la luz,
heridas que no curó el tiempo,
son hoy la herencia de un viejo amor.
En mi alma llevo tatuadas,
una rosa y una cruz,
quemando mi pecho con fuego,
fué mi pecado, hoy es mi dolor.
Uuuuuuuuh, uuuh, una rosa y una cruz,
Uuuuuuuuh, uuuh, deseando tu piel,
Uuuuuuuuh, uuuh, tal como era antes.
La, la, la, ra, la, la,
la, la, la, ra, la, la,
la, la, la, ra, la, la.
Una rosa por el recuerdo,
de las espinas de nuestro amor,
señal de que nada es eterno,
también se marchita una bella flor.
Una cruz por un martirio,
que es el fruto de una traición,
el martillo del destino,
puso los clavos de mi pasión.
Uuuuuuuuh, uuuh, Jóvenes amantes ayer,
Uuuuuuuuh, uuuh, casi enemigos hoy,
Uuuuuuuuh, uuuh, todo en un instante.
La, la, la, ra, la, la,
La, la, la, ra, la, la,
La, la, la, ra, la, la.
En el cielo o en el infierno,
nos encontraremos tu y yo,
allá donde el juicio de los tiempos,
sabe que hay dentro de un corazón.
Vivo esperando el momento,
de conseguir tu perdón,
mientras tanto el silencio,
es la respuesta a mi oración.
Uuuuuuuuh, uuuh, Lágrimas de eternidad,
Uuuuuuuuh, uuuh, de rabia y de lamento,
Uuuuuuuuh, uuuh, suplicando tu piedad.
La, la, la, ra, la, la.
Una rosa y una cruz,
deseando tu piel.
¡Oh, oh, oh! ¡Oh, oh, oh!
Jóvenes amantes ayer,
casi enemigos hoy,
lagrimas de eternidad,
de rabia, de rabia, de rabia y de lamento.
¡Oh, oh, oh!
La, la, la, ra, la, la.
Una rosa y una cruz,
por lo viejos tiempos,
una rosa y una cruz.
Desgraciadamente este pedazo de letra no es mio. Aunque tambien podría catalogarse de fortuna el no haberlo escrito. A que demonios puede venir estas lineas… pero es una de esas canciones que llevas muchos tragos queriendo escuchar y ahora, que estoy vacunado redescubro esta canción de la que sólo tenía vagos recuerdos. Si esto lo escucho hace un par de años ya estaría por el tercer suicidio, uno correspondiente a esta vida y los otros…Como puedo recordar todo esto despues de esta semana infernal. Infernal al ritmo pero no así a las emociones. Semana inolvidable. Cerrada en Ciudad Rodrigo, meca del exceso, del vicio y de la amistad, de la inversión en los bares y en el desahogo. Puta desagredecida, que diría otro, aquella moza que me buscó. Ahora no, dije. Por una vez mandé yo en la mesa. No quería cansarme para el acto del siguiente día. Y aquella furcia que me buscó antaño? Estos dias nos miramos tanto que no me decías nada más que cumplidos idiotas. Y donde está la que yo buscaba? Pasó tan cerca que se esfumó en la marabunta. Como dice Segarra debo aprender a contener mis lágrimas de eternidad, de rabia y de lamento mientras tu silencio es la respuesta a mi oración. Y todo esto que no hace sombra a lo feliz que he sido estos días… y ya van muchos. Que dure, quizás será bueno que Bendecida no sea la causa de mi fortuna. A ver si me tatuar una rosa y una cruz y lo lamento. Gracias prima, por ser tan cariñosa. Hiciste de mi un agraciado.
Canción para hoy: «La rosa y la cruz», Rebeldes