¿Quien te rompió las alas? Aquel hideputa que jodió el destino. Me aburre lo cotidiano, de día te ofrecí la luna que ahora se me esfuma. Me levanto con una sonrisa, y con tantas prisas en casa la olvido. Mi pensamiento intersesante es miserable cuando me explico. Te prometí amor eterno y hoy te entrego este infierno que te va a matar. Y si ayer dije blanco y mañana de un salto me paso a lo negro, no lo veas extraño. Aún ando buscando, donde me quedo? Contradicción en el mismo centro de la contradicción.
Canción para hoy: «Contradicción», Enrique Bunbury