Hay situaciones que esperas durante mucho tiempo y que luego cuando llegan no las recibes con demasiada satisfacción. Es una sincronia contradictoria de polos emocionales antónimos. Y cierto es que no sabes si esto será para bien o quizás otro error de los ya variados. La jungla madrileña ya me espera y abandonar mi casa es como la salida de un gladiador al circo, no se si volveré. La vida sigue si, pero en verdad, cuando más satisfecho estás con lo que haces más alto es el grado de felicidad. Y ya veré cual es el que alcanzo en los próximos meses. Cuando marché a Honduras fue la partida más dulce pues quería otear nuevos horizontes. Pero en la capital si sacas un poco la cabezo lo mismo te arañan con el zarpazo de la rutina. Un verano diferente. Ya estoy echando de menos a mis compis de la vuelta a clase que a sido el curso de confaes. Y a Vega, que si no es por ella no hubiera superado la prueba de hoy. Pero habrá que seguir luchando porque quizás surge la posibilidad algún día de volver a la ciudad más hermosa del mundo. Si cesa la lucha, cesa la busqueda de la felicidad y si no hay felicidad no hay vida.
Canción para hoy: La distancia, Andrés Calamaro
Un comentario
Hombre, prenda, no exageremos, claro que la noche nos confunde y casi a las 11 qué vamos a encontrar que no sean vampiros y hombres lobo detrás de cada esquina. En cualquier caso, gracias por los comentarios cariñosos sobre todos nosotros y cuídate mucho…
Vega.