Agarrado a los barrotes de mi celda vivo pensando, si ahí, en el espacio exterior se vive en una real libertad o se vive libre realmente. Aprisionado estoy aquí por los opresores que creía yo tan abstractos y ahora están tan cerca que los siento y padezco entre mis brazos.
Millones de compatriotas viven tristes, decaídos, plomizos, desesperanzados y sin ilusión. La realidad es más drástica que la ficción y somos conscientes que nuestras vidas están cambiando, cambia nuestra actitud, cambia nuestro pensamiento y cambian nuestros planteamientos. Lo que ayer podían ser supuestos teóricos hoy son realidades. Mi amigo X dos años sin empleo y sin visos de tenerlo, mi amiga Y tres años desempleada al igual que su marido, mi madre trabajando horas y horas de más con un salario mierdoso, la gasolina un veinte por ciento más cara que hace un año, suben el IRPF, mi amigo el cirujano B trabajando salvando vidas con medios insuficientes y mas gestionados, nos incrementan la tarifa eléctrica un siete por ciento y el gas un cuatro, la Administración Pública en vez de invertir……revierte hacia la miseria.
Este gobierno del PP elegido por once millones de traidores engañados, entre los cuales están muchos de mis amigos, nos lleva por la senda equivocada hacia el abismo. Si, españoles, si; hacia el abismo y ese abismo será que desgraciadamente los servicios de ayuda básica de alimentos se multiplicaran por que mucha de nuestra gente no tendrá ingresos y se verá obligado a hacer cola en la sede de Cáritas a por su racioncita de alimentos para darle de comer a su familia. Estos fascitas del PP (ruego conozcan verdaderamente el significado de «fascista«) nos avocan a la negación de la sociedad en beneficio del individuo, es decir, «sálvese quien pueda que yo tengo la pasta y lo que te pase a ti me la suda» o «maricón el último». Todas las medidas económicas del Gobierno del intolerable e indigno Rajoy pueden ser democráticamente discutidas por teóricos economistas y demás personal especializado pero lo que no puede ser permitido ni por ti ni por mi es tener un gobierno reaccionario e impulsivo que toma decisiones según suceden las cosas. Lo último y lo más grave en mucho tiempo no es que los tramposos y los listillos de este país se queden sin su castigo por defraudar si no que vengan a recordarnos con amenazas de leyes sobre nuestras libertades. Hay que recordar que ya hay una legislación al respecto sobre incitación a la violencia pero que se mida por el mismo rasero a una persona que hace una sentada pacíficamente a un lanzamiento de objetos, comprenderán ustedes donde me encontrarán, en las barricadas claro, luchando contra la opresión social a la que nos guia el PP. Nos rasuran elementos básicos de bienestar social conquistados a lo largo de años de democracia, fuera esta del color que fuera y no podemos permitir que se nos venga a decir «es lo que hay que hacer». Que ahora se modifiquen leyes ya existentes sólo para cultivar la ideología del miedo y que se nos intente acallar nuestro pensamiento con amenazas de penas carcelarias, amenazas que pretender amedrentar. Y yo le digo: Sr. Ministro, aquí está elagitadorambulante. Puede usted llevarme preso que sólo la lucha nos devolverá la justicia social por la que tanto hemos luchado. Seré el primero en fortificar mis barricadas, volveré tras las pancartas en contra de la injusta reforma laboral, estaré en los piquetes en la próxima Huelga General. Lucharé contra sus medidas llenas de reaccionismo dogmático liberal. A mi no me van a tener a su lado, voy a estar en frente. Creo que no nos deberían desafiar.