No soy zetapé, ni jesús vazquez, no llevo ni armas ni guitarras, no tengo la forma ideal, no tengo la piel más suave pero mis manos son mi elemento preferido de sensibilidad masiva. Esas que acariciarian a elsa, a eva, a amaral y las que, sin querer, anhelan deslizarse por la espalda de mi inspiradora veraniega. Ojalá algún dias la manos solo se utilizen para acercar a las personas y no apretar gatillos, activar botones atomicos, usurpar dolares inocentes y malversar las voluntades populares. La bestia apocaliptica estadounidense limita a usar sus manos para agarrar folios de discursos vacios. Mientras el «katrina» destruye una ciudad que solo los ignorantes estadounidenses podían edificar allá, el fraudulento presidente se limita a decir gilipolleces. Los gilipollas suelen decir gilipolleces y este además no hace otra cosa con sus manos que hacer el gilipollas. Lamentable
Canción para hoy: «La niña morena», Elefantes