Se dieron todos los alicientess para hacer estallar el cóctel. Unos amigos, unas cervezas, buena música y una herida.
Unos dedos dispuestos a liberar todo lo que en la boca permanece recluido.
El tiempo. Que más da el tiempo si no hacemos por disfrutarlo. Meses encerrado y semanas liberado. Es la cuestión tan sencilla, una ecuación perfecta que no siempre despeja el sistema. Que más da el tiempo si la linea que lo marca está anclada, estanca y podrida.
Entonces la musica de antes no debo escucharla, vaya cuestión.
La fiesta concluyó. Por todo lo alto. Se que el equilibrio es imposible cuando hablas de los dos. Cometiendo el error de siempre.
Ni uno más. Ni uno.