Fue un uno de los primeros conciertos, cuando todo el entorno era desconocido para mi. Cada cara nueva era una sorpresa, sorpresas qué día a día, concierto a concierto fueron convirtiendose en complices musicales. Percibí desde el primer momento una dulzura incofundible con su piel transmitiendo un calor que llega más allá de un simple beso. Y además acompañada de su sonrisa que nunca sabía estar triste. Esa melenita tan caracteristica y siempre, siempre una forma tan delicada de vestir, tan actual y a la vez tan sencilla. Su sonrisa, su dulzura y su amor se entristezieron esta noche. Ya puedo compartir con alguien un sentimiento exactamente igual. Simplemente, un beso. La próxima canción el domingo es para tí.
Canción para hoy: «Take me home», Russian Red
Un comentario
Me ha llegado cada uno de los besos que me has mandado, y los que has pensado y no me has dicho.
Volveré a sonreirte pronto, palabra.
Gracias Juan. Mil veces.