Recientemente ha levantado polvareda una campaña de la junta de Extremadura acerca de la masturbación, concienciar a los jovenes y enseñarles, no se que metodos, para conocer este tan antiguo ejercicio. En mi lento divagar de los días enfrento mi pensamiento. No se que coños enseñan hoy a los niños. Pero es que además no es que haya que concienciar a los jovenes sobre la masturbación, si no que debería impartirse como asignatura obligatoria de la vida y que la nota hiciera media, ojo. La frotación o frotamiento es una saludable desahogo intempestivo, imparable, irrefenable y finito que obedece a la sensación, vulgarmente denominado «gustillo» que permite al hombre no sentirse molestado por extraños seres al levantarse cada mañana, que evita remordimientos, sudores, malos alientos e incidentes en forma de creación de nuevos seres. Todos los que generamos están en nuestro alrededor…. en el suelo de la habitación, en el retrete del baño, en el gotelé de nuestras paredes, en el monitor de tu ordenador, en las sabanas de la cama, en la mesa….. en fin, en cualquier parte donde viene irrefrenablemente ese impulso de agitar tu mano, bien diestra o siniestra, de arriba a abajo de forma acompasada al deseo, imaginando escenas morbosas con alguien imposible hasta que de repente vienen unas cosquillas por tu aparato que acaban en la erupción de tu pasion de una viscosa sustancia tan celebrada por algunas lobas. Yo no me masturbo, me hago pajas, que es bien diferente… un respeto.
Canción para hoy: mientras uno se hace una paja no debe desconcentrarse