No se donde se encuentra, de entre los miles de versículos del Nuevo Testamento, el versículo de la cordura y la justicia y no lo encontraré pues no exite. En un principio me originaron libre de pensamiento, condena y condición. Gracias a una ejemplar educación de valores cristianos ejercé el individual derecho de creer en algo, algo que me empezaban a explicar con una consecuente actuación. Soñé y soñé y despues de años de activismo desmesurado y a veces infundamentado cumplí un mandato viviendo en primera persona la evangelización por medio de la justicia social. Y hoy… mi entorno aumenta de pensamientos que me asustan como al niño que le dejan sin regalos por Navidad. Es inconcebible que jóvenes que han crecido en unos fundamentos cristianos sean tan derechas, tan extremadamente limitados en pensamiento y obra, tan poco generosos con lo no conocido, tan egoistas. No tengo muchos más recursos ni ganas de escribir de esta cuestión pero de las últimamente tratadas es la que más me entristece.