El espacio es infinito. Yo no lo puedo ver, no lo puedo tocar, se me escapa entre los dedos. Mi casa es el espacio. Un hogar donde hay de todo y no hay de nada. Aletea una sensación, tan efímera como incierta, un acto de fe, un sentido dogma de dudosa definición. Brota la ilusión germinada en la derrota. Suenan los hielos derritiéndose en un vaso helado.