No conozco la palabra en inglés. Es igual para mi. Sus labios hablan en una lengua que a la fuerza tengo que practicar pero mi única intención al asistir a su clase regalarme una hora de felicidad, dos semanales. Esa voz con tintes de Bonny Tyler y la dulzura de Amaral regalan a mis oidos una paz… Miro sus ojos a sabiendas que necesito observarla para entender algo y intento leer sus labios no para descifrar las palabras, si no para imaginar su tacto. Estoy completamente enamorado de mi profesora de inglés.