Realmente la fatiga azota fervorosa mi cuerpo. Los bandazos del fin de semana me han tumbado. He recibido un «ok out» de derechas que me golpeó desde el bazo hasta la cabeza. Menos mal que soy un tipo sanote y que solo los resquicios que deja el whysky son perecederos y ofrecen un buen descanso, la cuestión es encontrar el momento para ello. Mientras seguimos a cuesta con los «guays». Que manera de entorpecer el desarrollo y crecimiento de la sociedad. Aunque paseando la pasada semana por Chueca afianzo mi rechazo a las vestimentas, colonias y horteradas que mayoritariamente distinguen a los guays que van de fasion y que les hace ser especialmente repelentes. Les apoyo en sus derechos y libertades pero no en la manera de expresarse. No se puede ser una persona normal y corriente siendo guay?? Estoy seguro que si.
Canción para hoy: «Hoy no estoy para nadie», E. Bunbury