Es el día señalado en mi calendario, una fecha marcada con una cervatana y mira por donde, llevo dos días encerrado en mi santuario a estas horas cuando yo siempre estaba en diferentes puntos de la geografia charra avasallando y devorando la noche, las discotecas y el ambiente ambulante de estos instantes. Cruzarse con gente de muchos lugares de españa que iban a sus pueblos. Y yo estaba en Macotera o en Villarino, y hoy me ha tocado estar aburrido, apagado, resignado y con cierta dosis de tristeza en mi rincón. A esta hora simplemente estaría empezando todo y nadie sabe donde acabaría.
Canción para hoy: «Suspicious mind», Elvis Presley