La noche tiene su magia. Tiene dos momentos que pueden ser mágicos. Uno, el amanecer junto al regazo de la princesa que buscas incipientemente y dos, el ser el rey tras la barra de un bar. Y ultimamente me ha tocado interpretar la segunda escena. Y eso, está muy bien. Aún siendo un desastre colocando los hielos en el vaso, reconozco siendo vanidoso, que tengo mi gracia detras de la barra. No me disculpen por mi ego. Y yo sabia que siempre hay princesas de noche. Y crearé un sortilegio sobre tus manos, Alicia. Sincera, real, delicada. Hace unos meses tenía intención de escribir una entrada con los nombres de mujer preferidos. Y alicia estaba entre los tres primeros. De esos nombres que encadilan, que sueñan. Pero de ese nombre de princesa solo queda el deseo desde la conciencia impetuosa. Y que pasa si se llama Fulgencia o Edelmira o Gervasia. Todos mis respetos.
Canción para hoy: «Avalancha», Heroes del Silencio
Un comentario
tras la barra de un bar una vida se va. se disfruta más de sus placeres delante de ella, con unos amigos, un tema de conversación, y unas risas,….. a falta de algo mejor.