"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -

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"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -

El Dios de un país

Tiempo de lectura 4'

Se fue la persona y queda el mito. Maradona es un icono. Si en vida era el símbolo, la figura representable de un pais ahora es el mito infinito.

Fui de los niños con los que creció Diego Armando Maradona como máxima figura del fútbol mundíal en la década de los 80. Los niños, aparte de nuestros ídolos en nuestros equipos más cercanos, sabíamos que el más grande por lo que nos llegaba era Maradona. Y es más, Maradona alcanza la figura de lo épico a la par que se despierta en España una ilusión apasionada por la «furia española» en la Copa Mundial de México de 1986. Madrugamos para ver el gol no concedido de Michel, para ver el recital del Buitre a Dinamarca, para ver el penalty fallado por Eloy y para ver el gol más icónico de los mundiales de fútbol.

Gol de Maradona en el Mundial ’86

Y para todos nosotros Maradona durante esos años era una estrella sobredimensionada y en cierta medida misteriosa porque no lo veíamos por la televisión todas las semanas, ni mucho menos. Entonces cuando había partidos europeos o enfrentamientos con equipos españoles era un acontecimiento futbolistico de mi primer orden y en el cole durante el tiempo que los niños le dedicábamos a hablar de fútbol era ineludible hablar del monstruo futbolístico que era Diego Armando Maradona. Así, recuerdo con cierta cercania lo que supuso el enfrentamiento de Copa de Europa contra el Real Madrid, mi equipo del alma por aquel entonces. Para un madridista como yo y para otros muchos niños, el repaso que le dió el Real Madrid al equipo de un dios del fútbol llamado Maradona fue inconmensurable.

Aunque su carrera en Nápoles llegó a su fin viví como si de una telenovela latina se tratara el fichaje mediatico de Maradona por el Sevilla C.F. y la asombrosa expectación que creó en todo el pais.

Despúes, yo que estaba muy enganchado a todos los partidos del Mundial de USA ’94 sentí con rabía la sanción y expulsión de Diego de aquel torneo. Maradona se jubiló poco despúes , quedó el mito.

Años despúes, cuando por primera vez pisé suelo argentino visualizé la prolongada áurea de Maradona sobre en Buenos Aires. No se entiende esa ciudad sin algún trazo, algún icono, alguna figura, alguna imagen de Maradona. Si uno pasea por la Rua Mayor de Salamanca encuentra ranas por todas las tiendas en camisetas, imanes, fotos, llaveros. Si alguien visita Sevilla no puede esquivar el estereotipo del trajecito de faralaes y las castañuelas. Si alguien va a Valencia no se habla más que de paella y en Pamplona algo rojo está intimamente relacionado con San Fermín. Buenos Aires y Maradona es todo uno.

Sorprendentemente, y aún teniendo en cuenta que en la ciudad porteña no me moví por los barrios más humildes, me costó encontrar bares para ver fútbol. Encontré en su momento una diferencia constatable del fútbol como entrenimiento social. No pude ver algún partido de Boca o de River por la tele porque cuando paseaba esos locales no lo ponían, a diferencia de que mayormente en este pais no es dificil ver fútbol en cualquier lugar hostelero. No encontré esa pasión que se ve en los campos de fútbol argentinos. Pero si que en la calle se hablaba de Maradona, si. Y eso que en 2015 y en aquel mes no había evento futbolístico importante pero en boca de la gente de la calle Maradona es como el aire, es una palabra bien sonora, onírica y sin entrar en el debate futbolístico si que percibí que el carisma de Maradona barre y borra de la opinión de la gente la discusión sobre uno u otro.

Ciertamente no encontré en el resto del pais esa conexión tan íntima e intensa, aunque no niego que exista.

Gracias Diego por tu fútbol porque crecí con tus goles y regates, tus habilidades imposibles, con tus rizos negros. Gracias Barrilete Cósmico

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"Sólo los locos tenemos suficiente fuerza como para sobrevivir, sólo los que sobrevivimos podemos juzgar acertadamente lo que es la locura"

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