Despues de mi anterior entrada sigo sin poder comprender como hay al menos una persona que lee este desbarajuste de ideas. Es que no lo entiendo, es que me siento superado. Me supera el orgullo para pedir perdón pero como no conozco el sentido pleno del orgullo, le pido a mi bendito lector una ración infinita de disculpas. Eso si, no quiero saber a quien me he dirigido. Que esa mujer no se sienta menospreciada ni vejada. Pobrecita mia!! Es probable que en la tenga presente en mis oraciones y ruegos más no me sobrevalore más de lo que lo puede hacer una camarera. Lo siento.
Canción para hoy: «Dudar, ¿quizás?, Bunbury
2 comentarios
Y a mi me gustaria saber quien eres tu, anonimo…
y más de una persona, aunque tu lo desconozcas.
Yo siento curiosidad por saber quien es el dueño de esas lineas…
Suerte