Y es que hoy es un día como ayer, es un día sin mañana. Que tristen viven los niños ricos en sus tejados de carton. Desde esta barra de un bar, con un whysky a medio empezar pienso lo mismo que ayer y antes de morirse ayer. Mira que pesa el sufrir! Repito, hoy es lo mismo que ayer, es un laberinto sin mañana. Tan cerca que llegaste y a las puertas del precipicio me quedé. Aquella niña, color de mi tierra, millonaria de emociones que empepado me dejó. Y en mi casa, del explotador, se vive mejor que en la carcel. Aunque a los perros tambien a veces les dan educación.
Canción para hoy: «Casas de cartón», Ali Primera