El temor de la jungla

No se me olvida lo que es la soledad aturdida de gente, del ronroneo del malvivir, de la angustia de la infelicidad, infieles a la conciencia primitiva del hombre: vivir para ser feliz. El orgullo de lo ganado contra la comodidad de lo regalado. Madrid, grande y eterna, menester de hablares, cantares de labores, meca de las religiones. Que mas da moro que cristiano, patriota que nacionalista, negro que blanco, rico que pobre; una sola solución: sobrevivir a la especie. Y por que? Por que al fin y al cabo un solo hecho materialista nos obliga a trabajar, cualquiera que sea el lugar. “Hay que sacar la familia adelante”, es la única excusa con sentido porque infamias consentidas por la voraz ilusión materialista, que hasta el más humilde de los mortales tiene. Y este que escribe no deja de ser un vulgar hipócrita que se pega los caprichos donde, como y cuando quiero. Eso si, lo de tener dos mansiones mejor que una, no es mi ambición. Pero el hombre quiere más, más, más… y los que sólo buscamos intentar ser felices nos vemos atrapados por los fieras que buscan el ego a cambio del trabajo de otros. Tenían que existir más Esther en el mundo, muchas más….
Canción para hoy: “Paradise City”, Guns ´n Roses