Adulo una entelequia mental y espero no encontrarla en pleno camino del exceso. Vuelta a los origenes. Testimonio provisional, armas de no matar. Hace un año que marché de Trojes. Todavia duele en el alma. Lo bueno es que me pasa casi lo mismo con cualquiero lugar que visito. Trojes, Trojes, Trojes…
Canción para hoy: «Where the streets have no name», U2