Esto tiene pinta de acabarse. Hace ya demasiado tiempo que empecé a escribir estas lineas maleantes. El teclado está desgastado y los dedos, en algunas noches, no saben que letras apretar. No hay apenas nada que escribir. Las tristezas porque son demasiado tristes, las penas porque son demasiado empalagosas y las alegrias porque dan *»pena» escribirlas. Todas estan entrelazadas en la rutina y la maldad de la rutina está en nosotros, no en ella. Si quiero puedo salir de la rutina. Sólo hay que dar un paso, pero es un paso demasiado largo y complicado… Bueno pues me siguen quedando las reinas de cada noche, de cada sesión cinematográfica, de cada sorbito de mahou. Me quedan las confesiones de este blog, me queda ese Rosendo, esa Yoli, estos Carlos & Isabelita, ese Rony, el Meji y sus señoras (las damas que más quieren en este pais) y todos los que me quieren escuchar. Me queda este Chuchi al que adoro y con el que tanto he compartido este año en lo bueno y en lo malo. Me queda a pesar de lo vivido los buenos recuerdos de Naïf que yo me fabriqué. Me queda esa mi Vero que quiero que sea yo cuando estoy con ella. Me queda el Decano… Me queda mi música que no podría vivir sin ella, me quedan las pajillas (las mentales y las otras)… Me quedan mis mujeres familiares que aguantan día tras día… y al fin, me quedo yo. Yo me quedo. Soy conserje, vigilo con serenidad a ver si salta la liebre y doy caza a algún preciado bien.
2 comentarios
Pues fíjate que yo creo que quien vigila con serenidad siempre encuentra. La liebre, corazon, salta cuando menos te lo esperas, a veces hasta altos rascacielos; te lo aseguro!
Sigue con tus letras casi siempre llegan sin llamarlas, son como las liebres…
y aquí se queda??
Pues vaya lástima Juanin…