Veintiún gramos es el peso exacto de mi felicidad, ni uno más ni uno menos. Es el peso de la vida y es lo que pierdo en mi muerte. Y estoy tan feliz que si me muriera adelgazaría sólo veintiún gramos. La felicidad es intangible e incontable pero yo hallé el peso de la mia. Días como el sábado hacen que la fórmula matematica sea sencilla. Cuantas vidas tenemos? Y en esta, donde está el límite? Gracias
Canción para hoy: «El viento a favor», Búnbury