Sábado. Noche que se hace eterna pero, breve, muy breve es la miseria que siento. Pero devora. No he sentido nunca una tristeza tan enorme, una decepción tan cruel como esperada. No hay lagrímas suficientes para limpiar el vaho de la tristeza. Soy el coleccionista de amigos perdidos. Pero este era mi mejor amigo… Ya no se quien me espera mañana, porque solo me queda seguir en linea recta, serio rostro y absorver con pasión las aventuras que me depare esta jodida vida. Se estrellan las promesas de la juventud, de los excesos, de la amistad. Y soy lo suficiente terco como para no dar marcha atrás. Mi vida será breve pero feliz. No puede haber nada ni nadie que la estropee. Son demasiados recuerdos sumergidos en la voragine del paso del tiempo: kike, patricia, y ahora, tú? No tengo versos para componer, ni pluma para garabatear. Un pacharán en vaso ancho, una barra de bar, la niña de mis ojos y nuestros recuerdos….. Salamanca, Trieste, Venecia, Praga, Peñiscola, Madrid…. cuando necesites de verdad a alguien siempre me vas a encontrar pero mientras coarten tu vida no quiero ser testigo de la tortura. De la mia y de la tuya. Espero te vaya bien bonito. Me quedan las puestas de sol de mi pueblo… pero ya no soñaran otra aventura contigo. Siempre, te quiero
Canción para hoy: «Lejos de la tristeza», Búnbury