Yo, que bendigo vuestro tacto, santifico vuestro aroma, adora vuestra compañía me acerco irreversiblemente a la misoginia más contradictoria, el rechazo más abrupto a vuestros deseos, el insolente deseo de besos consentidos pero a la necesaria ausencia de mis encantos.
"Sólo los locos tenemos suficiente fuerza como para sobrevivir, sólo los que sobrevivimos podemos juzgar acertadamente lo que es la locura"
