"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -

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"Quien quiera cambiar el mundo debe empezar por cambiarse a si mismo" - Socrates -

Quisiera escribir

Tiempo de lectura 3'

Llega el momento de irse a la cama con el sabor del último café del día después de cepillarme los dientes. Pero aún no es tiempo de dormir. Música a muy bajo volumen y con el temporizador activado para que deje de sonar en veinte minutos. Me gusta a esta hora el soul aunque también puede que ese día escoja algo de música clásica. Como no soy un experto en la materia pongo una radio de Erik Satie y seguro que me agrada. Apenas la escucho, queda como un murmullo alrededor, pero agradable.

Aunque debería no tengo la necesidad de dormirme ya. Aunque el madrugón pesa a lo largo de la semana la ducha después del deporte diario refresca mi energia. Me pesan un poco las piernas y las tengo algo cargadas.

Las sábanas son nuevas, a estrenar. De algodón. Se agradecen en estos días de perros y resulta placentero el olor del suavizante de la colada, son amorosas.

Intengo coger mi posición, boca abajo mirando hacia la pared. Y es aquí cuando en vez de la pared imagino su melena morena y su olor característico. Pienso que en vez de dañarme los nudillos con el muro bañado de gotelé le dejo mi mano suavemente caida sobre su cintura. Su nuca apenas a unos centimetros donde me puede oir perfectamente la respiración y yo percibo su olor, su aroma. Es tan personal… Y pienso en no dormirme.

Imagino que haría si mi cuenta corriente se viera incrementada. Pienso en la gran reforma de mi casa. Y aunque no me he dormido pienso en que que esa chimenea que hoy vi en el catálogo que me dejaron en el buzón quedaría perfecta en mi casa. Pienso en tirar un tabique, espera, no, el otro, mover la puerta del salón y poner el piano. Una tele grande, bien grande, casi un salón como un cine. Calculo a que altura he de marcar el anclaje… No quiero dormir. Pero ya pienso, aunque sea un instante, en la perspectiva de mi realidad.

Pienso en ser presidente. Si. De mi equipo. Uno, grande y fuerte. Solo uno. Y como hacerlo para devolverle a la ciudad todo lo que da al deporte. Revivir las tardes gloriosas de futbol. Poner los banquillos como los campos ingleses…

Lo que más anhelo de esos minutos no es imaginarme estar con…. ni si queda mejor un alicatado u otro ni a que jugador fichar. Lo que más desearía es que cada día esos instantes quedaran grabados por una taquígrafa y pudiera escribirlos en este blog. No quiero recordarlo al día siguiente. Quiero que en la emoción de ese momento único hubiera grabadora instantanea, que las teclas de la máquina de escribir hicieran su tic tic tic continuo y sin errores y plasmaran lo que pasa por mi cabeza en ese momento, esos mágicos diez minutos antes de darme la primera vuelta porque no tengo mucho sueño. Ansío el no tener que pensar al momento siguiente de que tener que escribir. Que se quede impresa en un papel toda esa efervescencia, esa ilusión, esa imagineria porque el presente es lo que nos da la vida.

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"Sólo los locos tenemos suficiente fuerza como para sobrevivir, sólo los que sobrevivimos podemos juzgar acertadamente lo que es la locura"

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