Y quien me contradice? Ser libre a cambio de que no me pase nada. No es elección a caballo ganador. Demasiado fácil para decirlo, demasiado complicado para llevarlo a cabo. Debería estar menos embrutecido pero como un cantante encima del escenario, dándolo todo a riesgo de perder el equilibrio, las emociones. Vaya carrera que he emprendido estos días y como ves, en la libertad se exageran las voluntades propias. Estás tan lejos que tu figura me molesta en el horizonte. Es hora de escribir el futuro como prisionero rutinario o libertino funcionario.
Canción para hoy: «El hombre delgado que no flaqueará jamás», E. Bunbury