Parece que todo concuerda, que la pelicula escrita se refiere a nuestra historia. Hemos reunido a la ilusión, a los nervios, a la expectación, a la inquietud, a la impaciencia, al éxito, a la gloria, a los excesos, a la amistad, al sexo y a la resaca. Todos juntos hemos protagonizada una pelicula que ahora parece que no tiene vuelta atrás. No nos podemos quedar parados, hay que huir hacia adelante; huir de la apatia y del desasosiego. Me pregunto si mis nervios antes del concierto son cómplices definitivos de Naif. Estaba igual de inquieto que antes de la última cita con una mujer. Mi estomago era una autopista de hormigas que merodeaban mi momento. Y ha sido la primera vez que me he puesto nervioso antes de un concierto y no debía exteriorizarlo. No podia yo exaltar más la situación pero una cerveza solucionó todos los males. Y despues…. el conciertazo. Estos chicos van creciendo y es magnifico que los tres últimos conciertos se valoren como los mejores hasta el momento porque cada uno es mejor que el anterior y eso denota evolución, madurez y ganas por seguir mejorando. Sin duda, su sonido sólido y compacto recordaba a bandas de rock más que pop. Hay un mago de los palillos que desde el fondo del escenario le está dando una conjunción y una rotundidad a la banda espléndida. La magía de la guitarra que emana de los dedos de israel denota un crecimiento extraordinario. Sin duda, la evolución más palpable. Desde la lejana tierra argentina Martín parece Maradona. Cuando quiere, lo borda. Ayer tomó esa opción. Muy correcto, muy compacto y solido con el bajo. Sin estridencias este chico aún lo podría hacer mejor con el maestro que tiene y creo que seguirá hacia arriba. Y al frente, aullando en el microfono Kiko crece cada día. Sin jugar a ser estrella cursi, extravagante o impertinente está cada vez mejor en su papel. Animando a la gente, agitando el escenario y manteniendo el ritmo de la emoción de la musica. Muy bien. Moviendose con cautela está creciendo cual colegial en cada dia de clase. Y así y entre mahou y mahoy llegamos a «escenas». Punto y a parte para esa canción. Pude hacer lo que soñé todo el dia, que la escuchara a cientos de kilometros quien yo deseaba que estuviera a mi lado para, susurrandola, contarle todas esas escenas que estamos viviendo. La mirada complice de Kiko dedicandome esa canción me emocionó sobremanera. Ver a Chuchi tocar la bateria en esta canción es simplemente excitante, anima a todos los vivos que parecen muertos. Fantástica canción. Y despues, pues despues arreglaron las cuentas, ellos que se lo cuecen, se lo guisan y se lo comen. Así debe ser por ahora. Manejando la situación. Y el postre, el postre fue la exaltación de la amistad, de las palabras de unos y otros, la masturbación de interrogantes que genera una dosis excesiva de alcohol…. el postre fue mi viaje solitario a mi habitación y la ausencia de tí. Y esto sigue, con los pies en el suelo, con la ilusión en el cielo. Aún no son estrellas, aún no son nadie, aún hay que luchar, luchar y luchar… y que cuando estén arriba se acuerden de quien estaba al principio. Por que todas las almas que se hicieron esos kilometros para estar con ellos merecen una parte de su exito y se que están agradecidos. Se que publicamente agradecen mi papel pero el único regalo que me pueden hacer es su amistad diaria, la posibilidad de poder disfrutar de su musica, de estar en esas riñas, en esas alegrias, en compartir la vida.
Canción para hoy: «Tú», Naïf