El tiempo no cura las heridas, sólo las que ya no importan. La quietud, la soledad del alma no tiene pagadero posible ante la felicidad humana. Es dificil encontrar tanto equilibrio en algo tan sencillo. Dicho esto, será en algún mes cuando la estampa castellana de mi pueblo dicte sentencia. Lo que antes era cotidiano ahora se puede convertir en extraordinario y lo que antes era propio ahora puede ser prestrado. Bueno, el tiempo, al menos pone a cada uno en su sitio. Se está liquidando este año. No se si ha sido un buen año. Malo desde luego que no, pero tampoco ha sido nada del otro mundo. Vamos a ver como se presenta la última semana
Canción para hoy: «The black rose», Joaine Maiden