No es crisis, es pérdida de fe. Derrotismo asumido en desesperación continuada. Creo que ya está bien de alegrar a la gente, debería mostrar este negativismo en algún lugar además de este muro de lamentaciones. Quizás llevo un tiempo intentando salvar el pellejo de alguien, gastando el tiempo, el dinero y el empeño. Creo que esta no es la vida que soñe hace algún año y es más, no es la vida que soñé cuando empezé a estar triste por lo tanto si ahora, en este momento de madurez, sé que lo hago no está bien debo, sin lugar a dudas, girar el rumbo. No he tenido una vida divertida ni libertina, he cuidado mucho mis amistades y me he provisto de un buen puñado ilusiones. Ahora ya no las ahí. Es momento de asustar, de asustarme.