Hoy por accidente he vuelto a ver una de mis peliculas preferidas: 21 gramos. Es de las pocas peliculas que hacen masturbar mi pensamiento, cada vez que la veo, dependiendo de lo que circule por mi cabeza altera más o menos la situación de locura pasajera. Hoy me valió con ver apenas unas cuantas escenas. Cada día estoy más a disgusto acá en mi tierra. Son ya casi cuatro años sin salir al extranjero y eso es tremendamente limitador. No tengo pie para seguir extendiendo mi libertad. Sólo las playas de Cádiz alivian el ansía ambulante. No tengo ninguna motivación para ir a trabajar, es más, estoy más agradecido con mi espiritu de estudiante reciclado. Si dentro de dos años finaliza esta vuelta al cole será por fin, el comienzo del fin. Cuando estuve a punto de huir hace un par de años hice bien en retroceder de mi nefasta idea. Pero si despues de todo me voy bien formadito y con la problematica materna arreglada no habrá nada que pare, solo puede haber alguien y por ahora no hay nadie. Voy a volver a esa tierra gaditana, voy a hacer el camino de Santiago y tengo que viajar al extranjero pero Cataluña no me vale. Seguro que tenemos algo en común?
Canción para hoy: «La rosa y la cruz», Los Rebeldes