No hay nada que me haga decaer. Corriendo libre por el mundo aunque a veces es duro sobrevivir recordandote, a tí que vives en la soledad, me recuerdo. Pero la mente sana emana glaciares densos de híbridos alientos de paz. Así que no me prometas que estaré contigo pero prefiero verte desde esta barrera. No hay superstición que me tambalee. Pero sigo, sigo recordante para no olvidar de que se aprende de lo malo. Canción para hoy: «El mar no cesa», Héroes del Silencio