Estimado amigo: creo que ante todo, eso eres, un amigo que desconozco pero que seguramente te tengo al lado. Es nuestro contumaz e impetuoso alarde de intimismo está tú error. No hagas de mi tragedia tu horca, no tomes mis palabras como proverbios, no adquieras mi locura por imaginaciones. No permitas que la incontrolable subida de la marea inunde tu alma cual tsunami arrasa con la vida. Aléjate de la sinrazón, de la terquedad, de la tristeza del amor, de mi optimismo desmesurado, de la pasión por esta única vida, de la música con vida porque sin música no hay vida. Nunca he dado consejos pero si órdenes. No vuelvas a leer nada de lo que salga de mis dedos y en la próxima barra de bar que nos veamos, dime que eres tú. No seas perdedor.
Canción para hoy: «Deshacer el mundo», Héroes del Silencio