Andan los presuntos demócratas españolistas muy nerviosos estos últimos días. Parece que la riada de sentimientos en forma de manifestación que invadió el centro de Barcelona irrita, enloquece y asusta a una manada de fanáticos pensantes de una cierta ideología. Y es que una parte del pueblo catalán ha hecho las cosas como Dios manda de forma pacífica, cívica y sosegada. Y lo ha hecho de la manera que siempre la sociedad exige para alimentar cauces democráticos para la toma de decisiones por parte de los políticos. Y aquí no pretendo enumerar los ventajas o desventajas de una separación de España, sólo justificar el derecho a una iniciativa popular soberanista.
He oído decir ultimamente que no hay debate por Cataluña, por que la Constitución de España de 1978 no recoge la posibilidad de realizar referendums para tal iniciativa. Y realmente, eso es lo que me escandaliza. Cada día que pasa me reafirmo que la Constitución es una chapuza regional que sirvió para la salir del paso y que instauró más fuertemente esa gran expresión con la que en los círculos de las tertulias políticas se denomina a nuestra Carta Magna: café para todos. Una chapuza en la que no todos los españoles somos iguales y si no que se lo pregunten a navarros y a vascos.
Yo respaldo la manifestación de Barcelona del martes. La respaldo porque me parece un cauce adecuado para transmitir una idea. Y es cierto que no estaban los siete millones de los residentes en Cataluña, es cierto, y eso a su vez lo tienen que tener en cuenta los independentistas. Creo que las manifestaciones hay que tenerlas en cuenta cuando se producen con una rotundidad tan enérgica como la del martes. Creo también que el desencanto hacia lo español no parecía tan evidente o tan urgente en tiempos economicamente boyantes.
Y deben ser personas ciertamente con conocimientos de derecho quien me respondan estos interrogantes que sólo son una pequeña parte de todas las cuestiones que se pueden plantear: ¿quien debe decidir: Cataluña o/y también España? ¿quien puede votar: los catalanes arios o/y los residentes? ¿con que porcentaje en un referendum hay que tomar una decisión?
Reitero mi respeto a esa manifestación y exijo que sea el pueblo el que decida.
2 respuestas
Acertado diagnóstico, a mi juicio. Solo señalar que no es un problema legal, las leyes por sí solas no pueden cambiar nada, las leyes se cambian con la politica, así que es la política la que puede cambiar las cosas. Para profundizar en el problema de España, está muy bien este artículo de César Molinas:
http://economia.elpais.com/economia/2012/03/16/actualidad/1331928798_165067.html
No te complique, sé feliz …
Apología del onanismo
http://huff.to/QnNx2N